Los tendones son tejido conectivo fibroso que une los músculos a los huesos y que transmiten la fuerza de manera que se produzca el movimiento. Son estructuras que están sometidas a muchas fuerzas y tensiones, lo que hace que, cuando las cargas a las que les sometemos son excesivas, se quejen. Esas cargas pueden ser por compresión, por excesiva tensión, ya sea por una fuerza muy grande o por pequeñas fuerzas repetidas muchas veces.
Hay varios aspectos que debemos conocer sobre estas estructuras:
1. El reposo total no es bueno. Puede que consigamos cierta mejoría durante ese reposo, pero en el momento que le pidamos algo de trabajo al tendón volverá a quejarse. Al tendón hay que entrenarle para lo que le vamos a pedir hacer. Cuando existe algún problema, deberemos bajar la carga de trabajo del mismo, para que pueda recuperarse, pero poco a poco ir entrenando para que coja esa fuerza necesaria.
2. El mejor tratamiento, y más demostrado de forma efectiva es el ejercicio, específico para cada caso y controlando las cargas minuciosamente.
3. Cuando realizamos este trabajo de fortalecimiento en un tendón con problemas puede aparecer dolor. CUando realizamos los ejercicios no tiene que aparecer dolor. Sí que puede aparecer cierta molestia leve, que no debe mantenerse una vez acabados los ejercicios ni al día siguiente. Tampoco los estiramientos deben doler, ya que también estamos poniendo a tensión el tendón.
4. En las pruebas de imagen, como la ecografía o la resonancia, pueden encontrarse daños en un tendón. Eso no quiere decir que sean la causa del dolor.
5. La mejor manera de prevenir problemas en nuestros tendones es ser constante haciendo ejercicio y cuando queramos progresar aumentando la intensidad de nuestro entreno, hacerlo de forma progresiva, mucho mejor si nos asesoramos por profesionales.